"Buenos días" dije con una sonrisa a pesar del agua que me entraba por la nuca del chubasquero.
"Serán pa' ti, moza" me espetó el hombre del paraguas "que vas caminando bajo este diluvio porque quieres".
Despidiéndome de él, seguí mi camino, reflexionando en cuánta razón había tenido ese hombre y en cómo algunos caminan por gusto y otros no. Un camino de mil kilómetros - cada día de esos mil kilómetros me acordé de lo que había comentado y la tremenda verdad implicada - la mayoría de los caminos de este mundo no van a Roma, van adónde los avatares de la vida, muchas veces terribles, obligan a caminar. Y desde luego esos caminos no van con comida, agua y un cambio de ropa en una mochila sino muchas veces con lo puesto y gracias. Caminos que van con hijos o nietos hambrientos, sedientos, cansados, enfermos o asustados agarrados a la mano, que van con el horror de la violencia (la del ser humano, la del clima o la de la tierra) mordiendo los talones. Son caminos que gritan ¡Socorro! No van cuando, donde ni el tiempo que un elige sino lo que mandan las circunstancias. Y si no llegan a un destino (feliz o infeliz), no es por abandono sino porque la vida abandonó.

Día tras día, fui pensando y, al llegar a mi destino (destino donde fui recibida con amabilidad no con "piedras"), decidí que mi siguiente camino iría por todos los que se vean forzados a caminar y todos los que quisieran pero no pueden debido precisamente a esos mismos avatares de la vida.

Son 3.000 km, atravesando 5 países, durante 4 meses y probablemente bajo muchos más diluvios. Saldré a finales de agosto y con suerte estaré en mi casa para Navidad, porque mi camino, al igual que el vuestro, sabe adónde va.

Si queréis apoyar esta iniciativa, a ver si entre todos logramos 400 euros para que Médicos sin Fronteras lo gaste en dónde más haga falta. Lo tendrán complicado porque hay tantas emergencias para atender que los caminos de Médicos sin Fronteras recorren el mundo entero - desastres, guerras, terremotos, enfermedades, HAMBRE, y esos caminos no tienen fin. Es muy poco dinero entre todos, verdad, pero incluso muy poco puede cambiar un trocito del mundo. Ayudadme a hacer cada paso de ese camino y os lo agradezco con todo mi corazón!

Como tengo la fortuna de estar rodeada de gente maravillosa y solidaria, ya hemos alcanzado los 400 euros!!! Como la iniciativa finaliza el 25/12/2022 me he propuesto llegar a los 1.000 euros, me ayudáis?? Ya llevo hechos más de 600 Km de los 3000 y a pesar de las ampollas, no me daré por vencida, como vosotros y MSF tampoco.

Si queréis ver mi progreso, podréis ver algunas fotos aquí: Walk 5 Ways