Este año es muy especial para mí: celebro mi 50 cumpleaños rodeado de personas maravillosas como tú, que seguís dejando huella en mi vida cada día.

Muchos me habéis preguntado qué me gustaría recibir en un momento tan especial. La respuesta obvia está clara, que vengas a celebrar conmigo esta folixia tan especial es sin duda el mejor regalo. Pero he pensado en una cosa muy concreta que me hace especial ilusión: quiero que hagamos una donación colectiva para aliviar el sufrimiento de las personas palestinas que luchan por sobrevivir a este genocidio insoportable.

A veces pensamos que, a nivel individual, no podemos hacer nada. Yo no lo creo. Por eso te invito a sumarte ahora a esta iniciativa: el objetivo es sumarnos el trabajo de Médicos Sin Fronteras en los territorios palestinos. Su asistencia médico-humanitaria, en los pocos hospitales que siguen en pie, es la única esperanza de tener una segunda oportunidad para miles de personas.

Cumplir este reto será el mejor regalo, no te lo puedo poner más fácil.

Gracias de corazón. Tengo los dedos de pies y manos cruzados para que juntos, lo logremos.