La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones humanitarias. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia.
Los niños con desnutrición crónica en mi país ocupan más del 14% de la población, lo que conlleva a una gran cifra de pobreza. Ellos quieren ser escuchados por ser las voces que el bullicio urbano y la lejanía rural oculta en sus vidas y esperan con fe esa hada madrina o padrino mágico que los ayuden a cumplir cada uno de los deseos que tienen, cada sueño, ellos quieren grandes en esta vida y no digo "alguien" porque ellos ya son alguien por quien debemos luchar.
¿Lograremos comer hoy? ¿Mi mamá podrá obtener trabajo? ¿Podré un día tener un hogar? ¿En algún momento de mi vida lograré ser médico? Esas preguntas al despertar cada mañana ocupaban un gran espacio en mi mente y no lograban escabullirse lo que me impedía disfrutar mi niñez, lo cual me ha inspirado crear esta iniciativa social y sus fondos se ocuparan en las comunidades más pobres del país ayudando en: comida, ropa, calzado y sobretodo apoyarlos en su educación para que logren cumplir sus metas.